Conocíamos la casa de una anterior visita y por eso volvimos. Molina y Cuca siguen siendo unas personas encantadoras, de un trato afable y acogedor. Hemos llegado a mantener una estupenda relación de amigos. Las habitaciones han mejorado y la limpieza y atención siguen siendo de primera. Los mojitos de Molina son una bendición cuando llegas a la tarde a la casa. Si vais a Remedios os recominedo encarecidamente esta casa. No saldreis defraudados de la estancia ni de las comidas y desayunos.
Remedios es un bonito pueblo. Muy tranquilo. Es un punto inmejorable para conocer Cayo Santamaría, donde se puede hacer una excursión de día (es necesario disponer de vehículo). Dentro de Cayo Santamaría os recomindo que llegueis a la Playa Perla Blanca. Está al final de la carretera asfaltada, a unos cinco kilómetros y bien señalizada. El piso está mal, pero con paciencia y a poca velocidad no hay mayor problema para llegar. La playa es un oasis de tranquilidad.
EUSKALHERRIA
